A medida que continuamos nuestro viaje dentro de los arquetipos en el tarot, nos encontramos ahora con la Persona, que bien podría definirse como «la forma en que nos presentamos al mundo».
Nuestro mundo interior tiene muchas dimensiones, pero también nuestro mundo exterior puede tener varias capas y todas esas capas diferentes forman la Persona de un individuo, y aquí veremos cómo se ha expresado este arquetipo, en las imágenes de la baraja del Tarot.
La Persona
La palabra “Persona” se ha derivado del latín, y significa “máscara”.
Según Jung, la Persona es la cara que un individuo presenta al mundo y la comparó con una máscara diseñada no solo para impresionar a otras personas, sino también para ocultar la verdadera naturaleza de ese individuo, por tanto, la persona que somos, la que enseñamos, la máscara, es para mostrarnos, pero también para ocultarnos.
El arquetipo de la persona
La Persona es una evolución muy natural del proceso de crecimiento de un individuo. Es la forma en que nos presentamos al mundo. Como tal, es una representación de nosotros mismos, pero en un nivel muy superficial de nuestra personalidad, incluso podríamos llamarlo la personalidad externa del individuo.
La Persona de un individuo pasa por varios cambios durante su vida, creciendo, mutando y desarrollándose a medida que el individuo experimenta diferentes aspectos y situaciones de la vida.
Incluso podríamos decir que la Persona es una amalgama entre lo que un individuo piensa sobre sí mismo y lo que otras personas piensan sobre ese individuo.
Naturalmente, durante el proceso de Individuación, el individuo necesita conocer cuál es su Persona, y luego modificarla para que se convierta en una imagen más real de quién y qué es realmente.
Por lo tanto, la Persona no seguirá siendo una máscara que el individuo se pone y se quita cuando interactúa con el mundo, sino que se convierte finalmente en una representación más correcta de su verdadero yo.
Los símbolos de la Persona
Mascaras
Según la definición del término, se puede decir claramente que la Persona se simboliza fácilmente por la imagen de la máscara, especialmente el tipo de máscara que usan los actores en el escenario en un teatro.
El arquetipo de Persona, por lo tanto, incluso puede llegar a simbolizar las diferentes personalidades que adoptan los individuos en función de su escenario social. Por ejemplo, en casa una persona puede presentarse como un padre amoroso y un esposo paciente, pero en el lugar de trabajo se presenta como un jefe muy exigente, mientras que entre amigos se muestra como una persona jovial y divertida.
Este tipo de cambios a menudo no se consideran inoportunos, lo cual es probablemente el único factor que funciona en contra del proceso de Individuación.
Las personas rígidas a menudo también pueden obstaculizar el proceso de crecimiento de un individuo, o incluso pueden crear personalidades que parecen muy superficiales.
Las cartas de Tarot para el Arquetipo de PERSONA
Dentro de las cartas del Tarot, el arquetipo de Persona se ha expresado muy sutilmente, y es posiblemente en las cartas del Mago, el Papa y el Carro, en donde el arquetipo de Persona se ha expresado de manera más contundente.
El Mago
El Mago es una persona muy inteligente. Vemos a un hombre parado junto a una mesa, rodeado de herramientas interesantes, y realizando lo que parece ser un acto de magia.
Sin embargo, si miramos profundamente la imagen, nos damos cuenta de que él es simplemente un canal para las energías del Universo, y que no es él realmente quien está creando.
Él es simplemente el facilitador, el vehículo de lo que sucede, y aunque es conocedor y parece saber lo que hace, no es el que verdaderamente está haciendo realidad la magia que está ocurriendo
En el mundo exterior, esas personas a menudo se perciben como buenos líderes y gurúes, incluso como personas creativas. Sin embargo, la realidad es que esta es su Persona.
Esto es lo que muestran al mundo, para asombrar al mundo y para liderar a la multitud, para conseguir y conducir seguidores.
Esta Persona, este líder-mago les facilita el logro de los resultados que desean, cumple lo que esos seguidores esperan o desean, pero también, dada su personalidad, puede esperarse que en realidad lleven algo de agua a su molino también, de alguna manera convierten el objetivo de los otros, en algo propio, en un beneficio para sí.
El Papa o Hierofante
La carta del Hierofante a menudo se la considera representativa de la Sociedad o de una Institución.
El Papa, en esta carta, tiene una Persona así. Es el rostro de la sociedad, la escuela o las instituciones, el gobierno, el estado, lo grupal y las personas o los estudiantes que dirige siguen las leyes establecidas por esta Persona.
De hecho, en la imagen de esta carta, vemos que él bendice a los dos sacerdotes, que son sus alumnos, y les da las claves del conocimiento.
Él, como maestro, puede mostrar a los estudiantes el camino hacia el conocimiento, y puede guiarlos y darles los libros para leer, pero no puede hacerlos conocedores, sabios, simplemente sobre la base de eso.
El estudiante mismo debe tener alguna capacidad para comprender, comprender y utilizar el conocimiento adquirido. Sin embargo, el maestro, la sociedad en general obtienen todo el crédito por cualquier cosa positiva que pueda ocurrir en el camino.
La Persona escondida dentro de las capas del Hierofante se puede ver fácilmente en las personalidades de tales líderes de la sociedad y sus secciones.
El Carro
En la carta de la carroza, ya no tenemos ni la intervención de las fuerzas universales o divinas (como ene l Mago), ni tampoco las fuerzas terrenales agrupativas, como la iglesia, el estado o la escuela, sino que es el propio individuo avanzando por sí mismo.
Toda la vida ha sido así, pero en el último medio siglo lo es mucho más, que una persona para ser considerada persona válida, con un cierto valor e importancia, debe mostrar que avanza y progresa.
En una época del mundo en que tener importa más que ser, la mayoría de individuos deben echar mano a la máscara del triunfador, o cuanto menos, a la que muestra a alguien decido a avanzar, a hacer y lograr.
Importa mucho el logro en sí, pero también importa el intento, la actitud. La sociedad reconocerá a quienes logren y no tanto a quienes simplemente lo hayan intentado, pero con toda seguridad condenará a quien no lo intente en absoluto.
Por tanto, todo el que desee algo de reconocimiento, debe mostrar la máscara del Carro, del que está lanzado con su carroza hacia adelante, intentándolo todo, dándolo todo.
Esta es una máscara muy común y si observas un poco verás que muchos a tu alrededor la llevan puesta, incluso puede que hasta la reconozcas en ti mismo.
Pero también, más allá de lo que espera la sociedad o los otros, esta máscara también es necesaria para uno mismo como persona, uno necesita sentir que está haciendo algo con su vida, que hay un sentido, una meta, que la vida tiene un propósito y que hay que avanzar hacia ello como sea.
Así, la vida del individuo es esa triangulación entre lo divino, lo social y grupal, y la propia existencia individual, y hay que estar sincronizados con las tres cosas, aunque deban llevarse máscaras para ello.
Arquetipo de Persona en el Tarot
Por lo tanto, podemos ver que el arquetipo de Persona en el Tarot es una imagen de la manifestación de las máscaras que se imponen a las personas y luego se convierten en los símbolos de esas personas durante un período de tiempo.
Carl Jung, en su estudio de la Persona, dijo que sería peligroso si las personas se volvieran idénticas a sus Personas, es decir, creerse la máscara que lleva o muestra.
Sin embargo, uno de los objetivos del proceso de Individuación fue el desarrollo de una persona realista y flexible que ayude a un individuo durante sus interacciones con la sociedad, pero que no choque con su verdadero yo. Por lo tanto, la Persona se convertirá en una verdadera representación de la individualidad interna de ese individuo y su sentido externo de sí mismo.
¿Y qué piensas tú? ¿Crees que hay otras cartas en la baraja de tarot que podrían interpretarse como arquetipo de la Persona? ¡Déjamelo saber en los comentarios!